El exconvento franciscano ubicado en el centro del municipio de Zinacantepec, en el estado de México, alberga al Museo Virreinal que cumplirá cuatro décadas de haberse inaugurado, el próximo domingo 5 de julio.
Después de haber sido declarado monumento nacional y concluido los trabajos de restauración, el Museo Virreinal abrió sus puertas en 1980, con el objetivo de difundir la vida conventual de los franciscanos en el siglo XVI, así como dar muestra del arte propio de aquellos años.
En entrevista con su directora, Andrea Zelaya Freyman, adelantó que, para celebrar este importante aniversario se tiene listo un programa de tres conversatorios vía zoom.
“Estará Carlos Yeshua Melgoza, quien colaboró con el proyecto de rescate de archivos históricos parroquiales en el centro y sur del Estado de México, también va a estar Yésica Carbajal, quien actualmente trabaja en el Archivo Histórico del Estado de México, y vamos a tener a dos investigadores, Marco Antonio García Torre y Karen Iveth Mejía Torres, quienes hablarán sobre lo que han encontrado en la Biblioteca Virreinal”, comentó Zelaya Freyman.
De la misma forma, adelantó que el segundo conversatorio en línea será el de Armados para la Conquista: Armas y armaduras de los conquistadores según evidencia arqueológica y códices, a cargo de Cristian Pablo Miguez.
Con múltiples detalles de su arquitectura y con un acervo importante conformado por piezas originales, en excelente estado de conservación, como muebles, armas y utensilios de cocina, este museo recibe a las y los visitantes, quienes se adentran en un ambiente místico y mágico.
Este recinto preserva, por ejemplo, el retablo que es atribuido a Juan de Montaño, pintor criollo novohispano, el altar y la anteportería, que cuentan con pinturas al fresco representando a San Francisco de Asís, su árbol genealógico y la orden.
Su pila bautismal monolítica (1581) es considerada la más grande en Latinoamérica, y ejemplar de arte sacro único, pues está labrada con motivos indígenas, bajorrelieves y medallones simbólicos que dan muestra del arte tequitqui.
En el claustro bajo se encuentra la cocina y alacena, celdas y la capilla; en la parte alta, las celdas que ocupaban el Padre Prior y los altos miembros de la orden y en cuyos pasillos se exhiben pinturas novohispanas y 60 réplicas de retratos al óleo de los virreyes de la Nueva España.
Destaca la biblioteca que resguarda más de 4 mil 500 libros escritos en latín y español antiguo, impresos y sellados al fuego por diversas órdenes religiosas, que son una herramienta muy valiosa para las y los investigadores que podrán acceder a ellos, cuando se levante la contingencia, cumpliendo con todas las medidas necesarias para su manejo y previa solicitud.