Las personas que viajan todos los días en el transporte público como el autobús o el metro tienen menores niveles de presión sanguínea, diabetes y sobrepeso en comparación con quienes usan el automóvil.
Un nuevo estudio, del Centro de Examinación de la Salud de Moriguchi, en Osaka, Japón, señala que las personas que viajan en el transporte público de manera cotidiana tienen 44% menos probabilidades de padecer sobrepeso, 34% menos riesgo de tener diabetes y 27% menos posibilidad de tener una presión sanguínea alta.
La investigación se realizó con casi 6,000 adultos que acudían al centro de salud con propósito de una examinación anual y llenaron cuestionarios respecto a su actividad física y como llegaban al trabajo.
Descubriendo que aquellos que indicaron que utilizaban principalmente el transporte público para llegar a sus actividades diarias mostraron las mejorías ya mencionadas, incluso al ser comparados con ciclistas.
La teoría para explicar dichos resultados es que los usuarios de transporte público deben caminar más lejos para llegar a las paradas de autobús o tren que los ciclistas cuyas rutas suelen ser más cortas.