Pilas de desecho, grave problema en México

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Las pilas contienen plomo, mercurio, níquel, cromo y zinc.

De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ecología en 2009, en la Ciudad de México se calcula que cada habitante consume un promedio de 12.6 pilas anualmente, lo que corresponde a un aproximado de 11,522 millones de unidades al año, que a su vez se traduce en dos millones 788 mil 50 toneladas de pilas de desecho.

 

De esta cantidad, más de 300 millones de pilas son de origen ilegal, fabricadas por debajo de los estándares internacionales de calidad, lo cual aumenta su peligrosidad e en el medio ambiente.

 

Si las pilas se tiran a la basura mezclándose con los desechos normales de una vivienda, corren el riesgo de que en los rellenos sanitarios sean incineradas por accidente, permitiendo que los elementos tóxicos se disipen vía aérea contaminando amplias zonas, o que los componentes líquidos de las mismas simpacto e filtren al subsuelo contaminando los mantos acuíferos.

 

Las pilas son artículos con los cuales convivimos todos los días, las utilizamos en el reloj que llevamos puesto, el despertador de la casa, el control remoto de los aparatos electrónicos, los juguetes de los niños y hasta en equipos médicos. Pero poco es lo que sabemos sobre sus componentes y la manera correcta de desecharlas para evitar el aumento de la contaminación y los daños relacionados con medio ambiente.

 

Una pila es un dispositivo que convierte energía química en energía eléctrica,  la razón de que sean desechables es que tras un proceso químico su actividad concluye, debiendo renovar sus componentes.

 

Grupo IMU desea promover la cultura de la reutilización de los productos y su reciclaje. Adicionalmente, el desecho inadecuado de estos residuos y posterior exposición prolongada a los elementos tóxicos que las componen, genera daños importantes al medio ambiente y a la salud.

 

De acuerdo con la Revista AIDIS de Ingeniería y Ciencias Ambientales de la UNAM, una pila de zinc-carbón puede contaminar hasta 3000 litros de agua, el equivalente a una piscina olímpica. Así mismo, la exposición prolongada a los elementos tóxicos de las mismas produce graves riesgos a la salud, como son:

 

  • Plomo: Fatiga, dolores de cabeza y presión arterial elevada

 

  • Mercurio: Es posible cancerígeno y es bioacumulable. Daña el cerebro, riñones y el desarrollo de los fetos

 

  • Níquel: Daña las vías respiratorias además de causar efectos severos en la sangre y riñones

 

  • Cromo: Es cancerígeno e irritante

 

  • Zinc: En cantidades que rebasan el límite natural, puede causar problemas pulmonares y lesiones oculares graves.

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