La Secretaría del Campo organizó una venta de flores este 9 de mayo, de 10:00 a 17:00 horas en el Conjunto Sedagro, ubicado en Metepec.
El corte de flores se hace unos días antes del esperado Día de las Madres, pero a lo largo del año los productores de dos regiones mexiquenses que orientan su actividad económica en función de esta fecha mantienen su actividad.
Al Oriente del Estado de México, Texcoco produce desde el siglo pasado flores de ornato en invernadero, una actividad introducida por familias japonesas que llegaron a vivir a la entidad en el periodo de la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con el Consejo Regional de la Flor, en la última década los pequeños productores de flor en Texcoco sembraban en esta fecha 40 hectáreas de plantas en invernadero y 25 a campo abierto.
Durante la pandemia, ante la baja de actividad pública, los productores sustituyeron varias hectáreas de flor por jitomate y hortalizas.
Este año las flores poco a poco vuelven a ocupar los invernaderos, principalmente en las comunidades de San Diego y San Nicolás Tlaminca, por lo que este 10 de mayo las ventas son significativamente importantes para los floricultores texcocanos.
La flor que más se produce en esta zona es el crisantemo en muchas variedades, que ocupa casi el 80 por ciento de la producción, seguido por el girasol, las lilis y astromelias, entre otras variedades.
Los floricultores de esta región venden sus productos a nivel local en los mercados de Las Vías y de San Felipe, en Texcoco; además del Mercado de Jamaica y la Central de Abasto de la Ciudad de México.
Asimismo, en el pueblo de San Lorenzo Tlacotepec, en Atlacomulco, se comenzó a producir rosas y otras flores de ornato desde la década de 1940 y la actividad se mantiene como un importante detonador de la economía de la región que genera más de 3 mil empleos.
La producción de flores se extiende a los poblados de Manto del Río y San Juan de los Jarros, donde en conjunto se siembran alrededor de 100 hectáreas pertenecientes a 500 productores este 10 de mayo.
Los floricultores de esta región están especialmente orgullosos de sus rosas que son muy resistentes a los cambios de temperatura y por eso pueden venderse a estados como Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Michoacán, Yucatán, Puebla y Veracruz.
De acuerdo con los productores, la ubicación geográfica de Atlacomulco facilita el comercio con toda la República Mexicana al tener salidas terrestres que llevan al Norte, el Pacífico, el Bajío y al Oriente.
El clima también es importante, pues la región se encuentra a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar sufre de heladas en invierno, eso hace que las plantas dentro de sus invernaderos crezcan más resistentes.
Gracias a esos dos factores es que esta actividad se mantiene y hace de San Lorenzo, donde se concentran 70 por ciento de los invernaderos de la zona un polo económico que da empleo a los habitantes de pueblos vecinos como Manto del Río, Cuendó, San Francisco Tepelulco, Santa María Citendejé, San Juan de Los Jarros y Shomejé, entre otros.
La mejor forma de adquirir las flores de San Lorenzo Tlacotepec es visitando directamente los invernaderos donde podrán encontrar 40 especies de flores distintas y sus variedades comenzando por rosal común y rosita coster, y otras como lilis, geranios, margaritas, pensamientos y orquídeas.