El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, causó polémica porque reveló el nombre de una periodista y su teléfono mientras informaba del reportaje que aquella le hacía de vínculos con el narcotráfico. El mandatario dijo que no le importó lo que hizo y que lo volvería a hacer pero cuando filtraron el teléfono de su hijo mayor no le pareció. El presidente, más allá de su coraje, no está midiendo las consecuencias de sus actos y es que, tú, simplemente piensa los riesgos de que todos conozcan tu número de teléfono, la delincuencia rampante que tenemos en México, y luego ponte en el lugar de la periodista.
Revelar datos personales conlleva riesgos significativos, como la posibilidad de robo de identidad, fraudes financieros, acoso en línea y violaciones de la privacidad. La información personal, como nombres completos, direcciones, números de teléfono y detalles financieros, puede ser explotada por ciberdelincuentes para cometer delitos o realizar actividades maliciosas. Además, la divulgación excesiva en redes sociales puede llevar a la pérdida de privacidad y poner en peligro la seguridad personal. Es por ello que se tiene que ser cauteloso y consciente de los riesgos al compartir información personal en línea o fuera de ella.
Aparte de esto, el uso de datos personales está regulado por leyes de privacidad para empresas y organizaciones, gobiernos, instituciones financieras y proveedores de servicios. Es fundamental que la información se use de manera ética, segura y respetando la privacidad de los individuos y lo usuarios deben estar conscientes de las políticas de privacidad y tener control sobre cómo se utilizan sus datos.