Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en la Agenda 2030, firmada por México junto con otras 150 naciones, deben ser conocidos plenamente por el sector privado, los gobiernos municipales y la sociedad civil, para que tengan una expresión territorial, en la medida en que abren una ventana de oportunidad para atender las necesidades más urgentes de los mexicanos y proponer medidas que permitan el regreso a la «nueva normalidad» cuando termine la contingencia por la pandemia de Covid-19.
Los participantes en el seminario virtual «Los desafíos de la territorialización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ámbito local en México», organizado por El Colegio Mexiquense, expusieron en el primer día de trabajos, con la moderación de la profesora-investigadora Carolina Pedrotti Bruno, temas relativos al rol de las Organizaciones No Gubernamentales y a la participación de la empresa en la localización de los ODS.
En la bienvenida, el presidente de la institución anfitriona, César Camacho, subrayó la contemporaneidad de la Agenda 2030 y su importancia vital para hablar un lenguaje común ante el hecho de que la mayoría de los mexicanos vive en los núcleos urbanos, al tiempo que destacó el contenido ético de la agenda y la importancia de que los planteamientos que se hacen en actos académicos como el seminario se conviertan en políticas públicas por parte de los tomadores de decisiones.
El coordinador de ONU-Hábitat para México y Cuba, Eduardo López Moreno, vinculó en su participación la Agenda 2030 con la Nueva Agenda Urbana y se pronunció porque México apruebe una política nacional urbana en la cual se defina la localización de los ODS en las ciudades pequeñas, medianas y grandes, y sirva para que el país adopte un sistema nacional urbano.
Juan José Gutiérrez Chaparro, profesor-investigador de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la UAEM, enfatizó como problema de capacidades la localización de los ODS en la ciudad, y se inclinó por pasar de la planeación racional-comprehensiva a una planeación comunicativa para hacer posible el papel de los actores públicos y privados en la toma de decisiones.
Por su parte, Alfonso Iracheta Cenecorta, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, enfatizó la importancia de la gobernanza territorial para atender la situación crítica que viven las ciudades mexicanas ante el crecimiento del parque vehicular, sobre todo de automóviles particulares, y de las áreas urbanizadas en contraste con el crecimiento de la población, al tiempo que mencionó entre los asuntos a atender la sobrecarga de trabajo de las mujeres como resultado del confinamiento para atender la pandemia.
Alejandra Trejo Nieto, profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, habló del papel de las empresas en la territorialización de los ODS como parte de la responsabilidad social-empresarial, pues precisamente la sostenibilidad puede dar garantía a un nuevo modelo de negocios que forme parte de un nuevo modelo de desarrollo para el país.
Finalmente, José Antonio Álvarez Lobato, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, dijo que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas desconocen la Agenda 2030 y los ODS, y lo mismo pasa con los gobiernos municipales e incluso con algunos estatales, pese a que tanto una como otros dan la base de un desarrollo sostenible, que resulta vital para México, sobre todo cuando no se tiene claridad respecto de las condiciones en que se pueda concluir la contingencia por la pandemia de Covid-19 con sus impactos en la salud de los mexicanos y la recesión económica que ya vive el país.
