En el Estado de México, el cultivo de durazno ha tenido una baja de al menos dos mil toneladas, al igual que en otros estados del país pues la producción se redujo al menos 10 mil toneladas en los últimos años, así lo destacó Pedro Mijares Oviedo, secretario técnico de la fundación Salvador Sánchez Colín.
Detalló que el cultivo de este fruto pasó de 43 mil a 33 mil hectáreas, en donde también Michoacán ha dejado de cultivar 3 mil toneladas, Morelos mil y Puebla con dos mil, superficies que fueron utilizadas para el cultivo de aguacate.
Mijares Oviedo comentó que el centro Mario Molina cuenta con un programa de mejoramiento genético de durazno junto con el Colegio de Posgraduados y que cuentan ya con otras 4 variedades que se registraron en 2018, como el de pulpa blanca, de hueso pegado
Mencionó que uno de los beneficios principales de la fruticultura es generar riqueza por unidad de superficie, pues las ganancias son de 5 a uno o siete a uno, además de que arraiga a la gente en su lugar de origen y genera empleos.
Comentó que actualmente México es uno de los principales exportadores de papaya, limón y aguacate,
