Una vez que el gobierno de la Ciudad de México decidió que pueden regresar a clases los estudiantes a partir de 7 de junio sobrevivieron los comentarios en redes sociales en dos sentidos.
El primero que ya no ayuda en nada retomar las aulas cuando van a salir de vacaciones en menos un mes y por el otro, que más que preocuparse por medidas de higiene en las instituciones educativas de lo que deberían ocuparse es de que haya suficiente ventilación en las aulas y escuelas en general y que los niños sean vacunados.
En esta línea, los pronunciamientos se vuelven una realidad porque los alumnos estarían en clases solamente dos semanas y serían las últimas por lo que su estancia serviría solo para repasos o evaluaciones finales. Por el otro lado, es efectivo que en las instalaciones educativas se tienen que tomar medidas para garantizar la circulación de aire especialmente en los lugares comunes y respecto a las vacunas, se tendría que dar la opción a los padres de familia de que lleven o no a sus hijos a las instituciones educativas.
En el regreso a clases va a ser indispensable escuchar a directivos de escuelas, maestros y padres de familia ya que si empiezan a presentarse contagios se empezarán a repartir culpas.
