Reuniones como las del gabinete de seguridad en Ciudad Juárez son una demostración de fuerza del Estado, de voluntad política y un mensaje al narcotráfico de que no va a ceder en su combate, dijo al IMER José Luis Piñeyro, profesor investigador del departamento de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El académico sostuvo que las depuraciones de la policía municipal en la ciudad fronteriza provocaron la ruptura de redes de interés de los propios policías, narcotraficantes, así como de grupos de poder económico y político, los cuales ahora responden con violencia.
Piñeyro dijo que «Ciudad Juárez representa un foco rojo en términos de violencia y asedio a las autoridades municipales, además del flujo de drogas y migrantes de los Estados Unidos».
Además, dijo que hay evidencias claras de una colusión entre narcotraficantes en ambos lados de la frontera y las mafias anglosajonas, aunque no se mencionan, son las que permiten la operación de los cárteles extranjeros en los Estados Unidos.
Para el especialista en fuerzas armadas y seguridad nacional en México y América Latina, el principal problema es que en los Estados Unidos «se insiste también en una estrategia básicamente anticriminal de carácter represivo y estos golpes espectaculares».