Durante el embarazo o gestación, la identificación oportuna de factores de riesgo, es de alta prioridad particularmente para evitar complicaciones como la preeclampsia.
El doctor Carlos Miguel Salazar Juárez, coordinador de Salud Reproductiva del Instituto Mexicano del Seguro Social Delegación Estado de México Poniente, señaló que en la consulta de primera vez, durante las primeras 12 semanas, es necesaria para confirmar el embarazo, elaborar historia clínica perinatal y el carnet perinatal.
Se valorará y controlarán peso y presión arterial; se realizarán estudios de laboratorio; se aplicarán vacunas T y anti-influenza estacional; se investigará la aplicación de la vacuna SR; se administrarán complementos nutricionales; se harán pruebas para prevenir y detectar enfermedades de transmisión sexual.
Cuando se ha cumplido la 22 y 24 semanas, se realiza exploración física completa, identificando signos y síntomas de alarma, se solicita examen general de orina, proporciona complementos nutricionales, administra primera dosis de toxoide tetánico y diftérico, proporciona orientación a la embarazada y su pareja, registra toda las actividades en la historia clínica perinatal y en el carnet.
Entre las 27 y 29 semanas, es importante realizar una exploración física, valoración del feto, identificar signos de alarma, exámenes de laboratorio y registrar todas las actividades en la historia clínica perinatal.
El doctor Salazar Juárez destacó que en el rango de las 33 y 40 semanas es sustancial, aplicar segunda dosis de toxoide tetánico y diftérico, reforzar la orientación a la embarazada, pareja o familia, identificar signos y síntomas de alarma, así como la valoración de la posición fetal. Toda mujer con embarazo de 40 semanas debe referirse a una unidad de segundo nivel de atención.
Se le denomina puerperio al periodo que va de los siete a los 42 días posteriores al nacimiento del bebé, en el cual se debe actualizar la historia clínica perinatal, promover el alojamiento conjunto madre-hijo y la lactancia materna; examinar heridas quirúrgicas, vigilar sangrado obstétrico, ofertar métodos de planificación familiar; asimismo incentivar la participación paterna o familiar en el cuidado del recién nacido y en la estimulación temprana del bebé; además de manejar y referir oportunamente complicaciones que se presenten.