Rusia recordará mañana a Vladímir Lenin en el 85 aniversario de su muerte y, como ya es habitual, en medio de la eterna disputa sobre la necesidad o no de dar sepultura al líder de la revolución bolchevique y fundador de la Unión Soviética.
Según un sondeo difundido hoy por el Centro de Estudios de la Opinión Pública (Vtsiom), dos de cada tres rusos (66 por ciento) considera que la momia de Lenin debería ser enterrada en un cementerio, mientras que sólo un 25 por ciento defiende que continúe expuesta en el mausoleo de la Plaza Roja de Moscú.
De los partidarios de enterrar a Lenin, el 38 por ciento opina que debería hacerse cuanto antes, mientras que el 28 restante piensa que puede esperar hasta que la generación que todavía venera al líder bolchevique haya desaparecido.
Mientras, el 41 por ciento de los encuestados cree que conservar el cuerpo embalsamado de Lenin en la Plaza Roja es incorrecto y antinatural.
Un 37 por ciento no ve nada malo en la existencia del mausoleo, ya que «se ha convertido en un monumento turístico más, como los hay en muchos otros países».
Entre los contrarios a mantener el cuerpo embalsamado de Lenin en el mausoleo se encuentran principalmente personas que residen en Moscú o San Petersburgo (53 por ciento), partidarios del ultranacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia (48 por ciento) y rusos de mediana edad (45 por ciento) y estudios superiores (48 por ciento).
Mientras, a favor de que la momia siga donde está se muestran principalmente habitantes de zonas rurales y partidarios del Partido Comunista (19 y 31 por ciento respectivamente), jubilados (24 por ciento) y rusos con estudios primarios o secundarios inacabados (29 por ciento).
El presidente del los comunistas rusos, Guennadi Ziugánov, cuestionó la validez del sondeo, según las agencias rusas.
El líder comunista recordó que en una reciente encuesta televisiva para designar al personaje más importante de la historia de Rusia, el dictador soviético Iosif Stalin quedó en tercer lugar y Lenin entró en la final.
Argumentó que los resultados de ese sondeo, en el que participaron varios millones de personas, demuestran el interés y el respeto de los rusos por los líderes soviéticos.