Siguiendo con las actividades conmemorativas de esta semana hoy tiene lugar el Día Internacional para salir del clóset. El día fue establecido en 1988 en Washington, Estados Unidos, junto a la celebración de una gran marcha de la igualdad de derechos para gays y lesbianas a la que acudieron cientos de miles de personas.
Lo de salir del clóset viene por la analogía de estar encerrado, guardado u oculto; permanecer en un lugar recóndito, solitario y silencioso. El clóset es el refugio de cientos o miles que tienen que vivir dentro hasta encontrar el valor y el coraje para asumir públicamente su sexualidad.
Los que se hallan en esta condición tienen miedo a la reacción de la sociedad por los roles asignados, a burlas, al rechazo, discriminación, agresiones y persecución. Eso sí, nadie está obligado ni debe sentirse presionado para salir del clóset; cada quien vive su proceso de asimilación de manera distinta.
Salir del clóset es para muchos el anhelo de dejar de fingir y vivir de la forma que se quiere. Es escoger de qué manera vestirse, hablar, con quien estar, en qué términos y en dónde. Hoy es una fecha en que se invita a las personas lesbianas, gays, bisexuales y demás para hacerse visibles y llevar una vida libre de presiones sociales. Y al resto a ser tolerantes e incluyentes.