El próximo verano, se llevará a cabo la 57ava edición de Miss Universo en Las Vegas, Nevada. Según sus estatutos, este certamen premia la belleza integral, la seguridad, la inteligencia, la elegancia, el porte y la pose de las candidatas, pero la realidad es otra. Son concursos en los que se ve a la mujer como un objeto, son sexistas, racistas, discriminan y fomentan enfermedades como la bulimia y la anorexia en busca de la «perfección» estética, lo cual incluso ha provocado la muerte de varias participantes.
El sexismo es el común denominador de este tipo de certámenes, pues consideran que una mujer con hijos o casada no puede participar, contrario a lo que sucede en los concursos de los misters, quienes pueden participar aunque estén casados y con hijos. ¿No es obsoleto mantener este tipo de pensamientos en pleno siglo XXI?
Después del niño ahogado se tapa el pozo
El 2007 fue un año de avances, por lo menos para Miss España, aunque todo se dio tras el escándalo que suscitó la descalificación de Ángela Bustillo. Ella había ganado el certamen Miss Cantabria 2007, pero le fue retirada la corona luego de que el comité organizador se enterara de que la joven tenía un hijo.
Fue tal la presión que ejerció el Estado, la misma afectada y diversos medios de comunicación que se eliminó dicha cláusula, dándole así, a las madres, la oportunidad de participar en futuras ediciones, lo cual no sucede en otros certámenes internacionales. Fue así que la misma comunidad de Cantabria postuló para 2008 a Sandra Veiga, una bella gallega de 28 con un hijo de ocho años. Tiempo más tarde, Salamanca nombró a Paula Sánchez de 20 años, quien había dado a luz 10 meses atrás.
Otros polémicos casos son el de Leefa Shiikwa, Miss Namibia 2005, a quien le fue retirado el cetro por haber contraído nupcias y el de la brasileña Joseane Oliveira, ganadora de Miss Brasil 2002, quien durante una entrevista confesó estar casada desde 1998.
La polémica también se ha presentado cuando se duda de la sexualidad de alguna de las participantes; tal y como ocurrió en el preámbulo de Miss Universo 2001: Se aseguraba que la francesa Elodie Gossuin, de 20 años, era transexual; al final sólo fueron rumores y la gala pudo participar, colocándose dentro de las 10 finalistas.
