A pesar de que la temporada de regreso a clases es importante para el sector de venta de uniformes escolares, las cifras no se han recuperado en al menos cinco años, registrando solo un repunte ligero, pero no demasiado significativo.

Son varios los factores que inciden en esta situación. Primero, el intercambio de uniformes escolares entre madres de familia, de un grado a otro, o la venta de uniformes usados que aún se encuentran en buenas condiciones. Esto representa un alivio económico para los padres y un impacto positivo en el medio ambiente. Otro factor es la proliferación de los llamados “uniformes pirata”, que, aunque de menor calidad, también se ofrecen en el mercado.
Isabel Morales, empresaria del ramo, señaló que, actualmente, un conjunto de uniforme escolar —que incluye uniforme de gala, deportivo y chamarra invernal— puede oscilar entre 2,500 y 3,500 pesos. No obstante, el precio varía según la institución educativa y el tipo de telas y materiales utilizados.
Refirió que los padres de familia realizan compras diferenciadas a lo largo del año, buscando sustituir prendas deterioradas, que ya no le quedan a los menores, o que necesitan ser reemplazadas por extravío o daño. Sin embargo, se ha promovido una serie de alternativas, entre las que destaca seguir comprando al comercio local, aunque la competencia con centros comerciales ha sido constante.
La temporada fuerte de comercialización de uniformes comenzará a partir del 18 de agosto, ya que, en muchos casos, es después de esa fecha cuando se asignan los planteles y horarios para el siguiente ciclo escolar.