Y para todos aquellos que ya nos habíamos emocionado con volver el primero de junio a la actividad que veníamos desempeñando no nos queda más que levantarnos el ánimo una vez que sabemos que no va a ser así.
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La ciudad capital del estado de México continuará con restricciones y el retorno a la nueva normalidad será escalonada con base en lo que vayan indicando semanalmente lo semáforos dispuestos por la Secretaría de Salud del gobierno de la república.
Y levantarse en ánimo incluye dejarse caer un rato, incluso en llanto, para luego continuar con la frente en alto hacia confinamiento. Al menos, si este se va a prolongar otras semanas, ya tenemos una fecha probable de saluda y es finales de junio.
El momento que estamos viviendo es histórico y va a requerir por tanto de nuestra disposición y fuerza mental. Esa misma a la que han aludido los expertos cuando hablan de que el encierro nos generar trastornos de ansiedad y depresión. La misma fuerza mental que se resume en “quiero” y “puedo”.
