El viernes de Dolores marca el inicio de la Semana Santa, de ahí que en las diferentes iglesias del estado de México, se monte un altar en honor a la Virgen de los Dolores.
La tradición indica que los creyentes deben regalar agua de sabor o nieve que simboliza las lágrimas de María.
Dicha celebración se realiza el último viernes de Cuaresma, el viernes anterior al Domingo de Ramos. Los altares de la Virgen de Dolores se remontan a principios del siglo XVII y se conmemoran los siete dolores que vivió la Virgen María durante la pasión y muerte de su hijo.
Hay que mencionar que dentro de estos altares debe colocarse la imagen de la Virgen; además de flores, trigo, hierbas olorosas, semillas, naranjas agrias con banderitas de papel picado y agua de sabor.
