Serán la imparcialidad y objetividad lo que definan la justicia laboral en el Edomex

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En el nuevo paradigma del Derecho Laboral se fortalece la democracia sindical, la verdadera negociación colectiva y el acceso a la justicia con un juez imparcial que de manera eficiente y eficaz resuelva las controversias obrero-patronales, aseguró el consejero de la Judicatura del estado de México, Gerardo De la Peña Gutiérrez.

La reforma laboral llevará el Derecho del Trabajo al Siglo XXI, acorde a la dinámica social de México (Foto: Especial).

Al participar en el Seminario de Preparación para las diversas categorías judiciales que en materia laboral lleva a cabo el Poder Judicial del Estado de México, De la Peña Gutiérrez consideró que la lógica atrás de la reforma, es llevar el Derecho del Trabajo al Siglo XXI, acorde a la dinámica social de México. Se trata de un cambio de paradigma y de sistema.

Durante la sesión virtual desarrollada a través de la Plataforma «Moodle EJEM»  y a la que se conectaron más de 900 participantes, el consejero abordó el tema Síntesis: naturaleza, características, alcances y repercusiones de las reformas sustantivas en Materia de Justicia Laboral.

Señaló que en el derecho de acceso a la justicia laboral, se incluyen tres etapas, previa al juicio, patrones y trabajadores podrán dirimir sus controversias a través de la conciliación; en la judicial se tendrán tribunales imparciales en los que se permita alegar, probar y se emita una resolución objetiva y en la posterior, esa determinación se materializará y se ejecutará la sentencia.

El consejero analizó cómo se diseñó de origen el Derecho Laboral Mexicano a propósito de la Constitución de 1917, en cuyo artículo 123 se señalaba que los conflictos entre los factores de la producción serían sometidos a los consejos de conciliación y arbitraje. Es hasta 1931 que se emitió la primera Ley Federal del Trabajo.

Entre los aspectos que el consejero destacó de la reforma laboral, se encuentra la fortaleza sindical, ya que para tener una negociación colectiva eficiente deben ser organizaciones verdaderamente representativas, con al menos el 30% de la base trabajadora, con líderes elegidos mediante el voto libre, personal y secreto.

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