Ya está visto que gobierno y transportistas no darán marcha atrás al aumento de 10 a 12 pesos a la tarifa del transporte público de pasajeros. Y esto remite a entender que los concesionarios son consentidos por el gobierno y que se les permite por tanto, hacer sus deseos y tener poder; no por algo se le denomina al sector transporte ”pulpo camionero”.
Con el paso de los años, el transporte público del estado de México se ha caracterizado por el monopolio de unidades y un accionar a base de imposición de rutas, control de vialidades y más claramente, de la movilidad de la mitad de la población pues se establece que el pulpo camionero mueve a ocho millones de personas. Asimismo, podemos tener presente al pulpo camionero con sus plantones, cierre de vialidades, conflictos con organizaciones como Antorcha Campesina, asesinato de un abogado de líneas independientes y la suspensión del servicio para conseguir sus propósitos.
Se nos pues va una oportunidad de hacer que los concesionarios mejoren el servicio a cambio de un aumento a la tarifa pero, como advierte el dicho donde manda transportista no gobierna la autoridad.
Escucha aquí a Patricia Maldonado: