Investigadores de la Universidad de Rice (Estados Unidos) han desarrollado un parche de microagujas que puede detectar rápidamente la presencia de malaria en el líquido intersticial. Los usuarios pueden aplicar el parche en la piel, como lo haría con un vendaje, y luego obtener un resultado en tan solo 20 minutos. La tecnología es de bajo coste y no requiere experiencia para utilizarla, esto de acuerdo con el portal de ciencia y tecnología, Agencia ID.
La malaria es una importante causa de muerte en muchas partes del mundo donde el acceso a los servicios médicos es limitado o inexistente. Obtener un diagnóstico de malaria basado en laboratorio es un desafío o imposible para muchas personas que viven en esas regiones. Claramente se necesitan alternativas de diagnóstico de bajo coste en el punto de atención, y esta última tecnología puede cumplir con estos criterios.
Con una matriz de 4 x 4 microagujas huecas, el parche penetra suavemente la piel cuando se aplica y extrae líquido intersticial dentro de sí mismo, donde una tira de prueba de flujo lateral basada en anticuerpos detecta biomarcadores de proteínas de la malaria. El dispositivo proporciona un resultado visual fácil de leer en forma de tiras de colores, similar a una prueba de embarazo, en aproximadamente 20 minutos.
Con solo 375 micrones de ancho, las microagujas son realmente pequeñas y no causan un dolor significativo al insertarlas. Son hidrófilos y, por lo tanto, extraen fácilmente líquido intersticial hacia el dispositivo. “Es menos doloroso que una astilla. Yo diría que se siente como poner cinta adhesiva en la piel y luego despegarla”, ha explicado Peter Lillehoj, un investigador involucrado en el estudio.
Curiosamente, el vendaje también puede ser útil para detectar otras enfermedades, incluida la COVID-19. “En este documento, nos enfocamos en la detección de la malaria porque este proyecto fue financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, y es una gran prioridad para ellos”, ha agregado Lillehoj. “Pero podemos adaptar esta tecnología para detectar otras enfermedades para las que aparecen biomarcadores en el líquido intersticial”.
Los investigadores estiman que el dispositivo puede costar tan solo un dólar si se fabrica a granel, lo que sugiere que puede ser útil en regiones de bajos recursos. Su apariencia como un vendaje ayuda a que sea más fácil de identificar y menos intimidante para los usuarios no clínicos y no atemoriza a los pacientes que se someten a exámenes de detección.
“No teníamos la intención de que pareciera un vendaje”, ha expresado Lillehoj. “Comenzamos con una forma rectangular y luego, simplemente, redondeamos los bordes para hacerlo un poco más presentable. No planeamos eso, pero tal vez haga que el parche sea más identificable para el público en general”, ha sentenciado.