La expulsión de profesores de la Universidad Autónoma del Estado de México por acoso sexual y hostigamiento hacia alumnas debe servir a toda la comunidad universitaria para propiciar y garantizar una estadía libre de violencia en la máxima casa de estudios.
Dale play al comentario de Patricia Maldonado:
Hasta hoy la Comisión Nacional de Derechos Humanos reconoce en la agresión a las mujeres expresiones y comportamientos tales como realizar señales sexuales, tener contacto físico sugestivo, hacer regalos o dar preferencias, espiar, condicionar, insinuar, llevar a cabo invitaciones, preguntar sobre historias o fantasías sexuales y expresar insultos, humillaciones y actos dominantes, intimidatorios u hostiles.
Se trata de prevenir, poner atención y sancionar todos y cada uno de los casos de agresión sexual entre hombres y mujeres, entre profesores, de profesores a estudiantes y de estudiantes a profesores.
Todos estamos obligados y tenemos derecho a una vida libre de violencia. A gozar de un ambiente universitario digno.