Dice el refrán “ver para creer” y en el caso del presidente Donald Trump y la infección que habría contraído del nuevo coronavirus faltarán pruebas fehacientes. Para empezar, ¿cuáles fueron los síntomas reportados alrededor del mandatario? Pues solo se aludió a “síntomas ligeros”. Por otra parte, ¿qué ocasionó que pudiera salir del hospital tan reconfortado como lo vimos ayer, después de dos días?, ¿en qué consistió su tratamiento?
Dale play al comentario de Patricia Maldonado:
Donald Trump ha mentido en innumerables ocasiones por varios temas y se le ha hecho notar: el periódico “The Washington Post” comprobó que mentía 16 veces al día.
En lo referente al COVID-19 declaró que era menos grave que una gripe lo que ocasionó la alerta roja en la comunidad científica. ¿Por qué creerle que se enfermó en plena campaña presidencial y de un padecimiento que él denostaba?
El presidente estadounidense se ha ganado la desconfianza de propios y extraños; ha hecho que se le vea con cuidado y cautela; se le observe y analice con detenimiento. De ahí que se aplique otro refrán dice “Piensa mal y acertarás”.