A cuatro días de que se despliegue la verbena popular por el aniversario de la Independencia de México, sigue vigente como uno de los temas de inconformidad social lo ocurrido hace casi un año en Ayotzinapa, Guerrero.
Los padres de los 43 desaparecidos fijaron como plazo ayer jueves para que el presidente de la república se reuniera con ellos y discutir sobre el caso, pero esto no ocurrió.
Recibieron en respuesta un sí aunque no la fecha. Como sucede en el estribillo de El Son de la Negra que se oirá mucho por estos días: «A todos diles que sí, pero no les digas cuándo».
El mismo sí que en su momento dio el mandatario mexicano a la demanda de crecimiento económico, empleos, obras, reducción de precios de servicios públicos y de nuevas leyes y reglamentos para prosperar.
El próximo aniversario del Grito, lo pasaremos, como enuncia la canción, penando, porque, como sociedad inconforme, se nos da por nuestro lado, recibimos poca consideración o se nos ignora, con todo y celebración.
