La figura de las candidaturas independientes está tomando fuerza en México como respuesta al momento de crisis e insatisfacción que siente la ciudadanía con la Democracia; sin embargo hay riesgo de su contaminación por la propia invasión que haga la clase política de este espacio ciudadano.
De acuerdo con la politóloga de la UNAM, Rosa María Mirón Lince, la historia del proceso de democratización en México tuvo solo un objetivo consolidar un sistema de participación entre partidos equitativo con instituciones políticas fuertes por lo cual se desatendió la vinculación del ciudadano apartidista.
Con ello, dice, la ciudadanía no está conforme con este proceso de consolidación de la democracia en descrédito vinculado a la actuación de partidos y políticos.
«En México el fenómeno crece con la insatisfacción sobre la democracia y se presentan como una solución en un momento de crisis en la representación», indicó la investigadora.
Sin embargo, advierte, se está generado un discurso de agresión a los partidos y hacia las propias instituciones en el debilitamiento de ambos, bajo un recurso demagogo entre el dilema del bien frente al mal, el político malo versus cuidando bueno en la perversión de la figura.
«La experiencia que tuvimos en el 2015 es que el discurso de los independientes es Yo no soy político» soy una persona pero no político eso ya me hace bueno y no hay talento, preocupante porque en el proceso de transición de democrática se dio desde el fortalecimiento de los partidos como instituciones del estado mexicano».
Durante el ciclo de conferencias Reflexiones sobre la Democracia desde el Estado de México que desarrolló el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) destacó la necesidad de atender cuestiones cómo: el qué se busca con ellas porque si bien oxigenan la democracia rompiendo el monopolio partidista aseguró no son sostenibles dentro de una democracia.
Actualmente la ley electoral no es equitativa entre los candidatos de partidos y los candidatos independientes con trato distinto para cada uno cuando el ciudadano independiente debe afrontar todo el aparato político e histórico de un partido.
A nivel federal en 26 entidades hubo 122 solicitudes de participación de candidatos independientes de las cuales se concretaron 57 aspirantes de los cuales solo fueron registrados 22 en 12 estados.