Ayer lunes se conmemoró en todo el mundo el Día de la Lucha contra el Cáncer Infantil. Sobre esta enfermedad no hay impotencia más grade para una madre o padre de familia que ver a sus hijos al borde de la muerte por falta de una cura.
Hasta ahora solo existe la vacuna que previene las infecciones por el Virus del Papiloma Humano, recomendable en una etapa inicial para niñas de 11 y 12 años.
El cáncer infantil, según la Asociación Americana del Cáncer, tendría su origen en mutaciones en genes que causan un crecimiento celular descontrolado. No obstante, pueden influir factores como la exposición a rayos X y a sustancias químicas, cuando se estuvo en el vientre materno. Y fuera de éste, la alimentación y la exposición prolongada al sol.
Al igual que ocurre con los adultos, el cáncer se puede tratar y atacar, en etapa temprana, por lo que es fundamental acudir al médico ante síntomas como pérdida de peso continua, dolor en huesos después de haber jugado o realizado actividad física, hinchazones, aumento del volumen de vientre, fiebre persistente e infecciones frecuentes.
Cada día se detectan en México 64 nuevos casos de cáncer infantil. La impotencia hacia el miedo y dolor del cáncer infantil está en la prevención.
