El supuesto mal trato de Marcos Herminio Legorreta Flores, médico de la comunidad de Salitre de Mañones en Almoloya de Juárez generó conflictos entre la población quienes exigen el cambio del personal contra quienes buscan conservar a quien ya consideran como médico de cabecera.
Cerca de 50 habitantes se dieron cita en el Centro Médico Comunitario de Salitre de Mañones en punto de las 8 de la mañana, que se ubica a un costado de la Escuela Primaria Niños Héroes. En esta segunda reunión, los habitantes junto con el delegado de la comunidad, Alfonso Flores, hicieron entrega de la denuncia por escrito a Néstor Medina Cisneros, administrador de la jurisdicción sanitaria de Toluca del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) con copia para el presidente municipal, Luis Maya Doro.
En la petición, los habitantes inconformes exponen el mal actuar del personal médico, que, si bien no exhiben la falta de conocimientos médicos de Marcos Herminio Legorreta Flores, señalan su comportamiento, hasta el punto de discriminar a sus pacientes, entrega limitada de fichas para la atención, preferencia sus pacientes y la falta de medicamento para quienes acuden por sus servicios.
“Desde 2015 que a mí me dio el azúcar me trajo un año sin medicamento, me daba las recetas y me las firmaba, pero nunca me daba medicamento”, reprochó Esteban López Alanís, de 48 años de edad y quien padece altos niveles de azúcar.
Por el contrario, Evelia Reyes Álvarez, de 46 años de edad, señala que el conflicto surge solo por un desprecio de los habitantes hacia el médico que ha estado desde que inició el programa del gobierno federal “Oportunidades”.
“Desde que llegó, la verdad ha sido para nosotros un buen doctor, es cierto que hay gente que no le cae hay gente que no le gusta que esté aquí el doctor, pero la verdad hay mucha gente que le tiene fe que, si a lo mejor hay gente que igual le tiene fe y no le dan el medicamento porque no lo hay”.
Por su parte, Néstor Medina Cisneros, administrador de la jurisdicción sanitaria de Toluca del ISEM señaló que en el transcurso de los próximo cinco días se dará una solución a este conflicto que derivo en enfrentamientos durante la primera asamblea celebrada el lunes de la semana pasada y que hasta el momento ha generado diferencias entre los habitantes hasta el punto de lanzar amenazas y advertencias incluso entre familiares.
Los habitantes inconformes advirtieron que en caso de no tener el cambio de personal tomarán las instalaciones del centro médico para impedir la prestación de este servicio.
