Las extorsiones y los secuestros virtuales son una práctica constante en las cárceles del Estado de México y Distrito Federal de acuerdo a las denuncias que se reciben en las procuradurías de justicia. Penales como el Neza-Bordo o Barrientos en la entidad y el Reclusorio Oriente encabezan esta lista.
Integrantes de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso denunciaron que el uso ilegal de la telefonía celular al interior de los reclusorios es evidente y no se ha detenido a pesar de los operativos de relumbrón que realizan sus autoridades para calmar el reclamo social.
En el país se tienen identificadas más de cien bandas de extorsionadores que operan por medio del uso de teléfonos celulares y 10 por ciento de éstas se encuentran en el Valle de México.
De acuerdo al Comité del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública cada 24 horas se intentan 760 extorsiones. Destaca que se emplearon más de 35 mil 600 celulares y de esa cantidad de aparatos telefónicos, 60 por ciento correspondió a celulares del Distrito Federal y zona metropolitana.
Entre las modalidades más usuales de estas bandas son el supuesto hijo secuestrado; amenazas de grupos pertenecientes a la delincuencia organizada; el de un hijo detenido en centro comercial por robo o el de un pariente que viene del extranjero y está detenido por autoridades migratorias o aduanales.
