De cuatro a cinco personas acuden diariamente a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) a solicitar asesoría para reestructurar sus deudas con los bancos por créditos hipotecarios, automotrices o simplemente porque perdieron su empleo y ya no tienen con qué pagar su tarjeta de crédito.
Ante esta situación, el delegado de dicha institución en el Estado de México, Óscar Sánchez Juárez, comentó que a pesar de la crisis económica no hay un aumento importante en el número de personas que dejaron de pagar sus deudas por falta de liquidez financiera.
“Anteriormente venían de tres a cuatro personas por esta razón; hoy, en promedio, son cinco las que quieren llegar a un acuerdo con los bancos para saldar sus deudas o bien las que de plano son canalizadas al buró de crédito por incumplimiento”.
Detalló que desde la crisis de 1995, donde la economía decreció un 7 por ciento, lo que generó la pérdida de propiedades, la estabilidad financiera de las personas es buena, aunque existen algunas que por falta de conocimientos adquieren tarjetas de crédito o créditos sin saber que estos sobrepasarán sus ingresos y finalmente se convertirán en deudas impagables.
Actualmente la CONDUSEF ya no sirve de intermediario con los bancos para arreglar el refinanciamiento de las deudas; sin embargo, asesora y da un número directo con las instituciones para que los deudores se pongan en contacto, permitiéndoles reestructura sus sistemas de pagos.