Sufrir de violencia laboral puede generar en la persona cuadros de ansiedad, estrés y depresión, así lo consideró Rocío Alvarez Miranda, directora de la Coordinación Institucional de Equidad de Género de la Universidad del Estado de México.
Al dictar la conferencia «Violencia laboral con perspectiva de género», indicó que en México este tipo de violencia se da desde el privilegio, donde las mujeres son un grupo vulnerable, pero que también son parte del problema.
Añadió que cuando se atraviesa por un cuadro de acoso laboral, el trabajador en casos extremos, comienza a presentar problemas de salud, pues está somatizando cada una de las actitudes que se tienen en su contra, que concluirán con la renuncia del empleado.
De acuerdo con la experta, algunos signos de violencia laboral son: la nula comunicación con la víctima y el empleador, generalmente la víctima es interrumpida cuando intenta aportar ideas. No se le pide opinión y no se le deja expresarse. Además de que el o la acosadora insulta a la víctima. Sufre amenazas escritas o verbales. Y se ignora la presencia del acosado.
Por lo que la experta, recomendó acudir a la Secretaría del Trabajo a denunciar este tipo de actitudes y buscar apoyo emocional, para evitar somatizar los malestares psicológicos
