El aniversario de Independencia de Estados Unidos dio mucho de qué hablar el fin de semana por las actividades sin precedentes, a base de desfiles y despliegue de aeronaves, tal cual sucede en la conmemoración la Toma de la Bastilla en Francia.
La idea de Trump de reproducir el festejo francés en Estados Unidos ocasionó protestas al considerarse que arrebataba la tradición de su país y se colocaba al centro de la misma.
Pero acciones como ésta no deberían de extrañar sobre todo si pensamos en que el presidente estadounidense es uno de los tantos gobernantes acostumbrado a que le rindan pleitesía por su cargo o riqueza.
Es de esos que les gusta que los adoren y adulen aunque carezcan de méritos, carisma y sapiencia; de pasión y preocupación por por los demás. El culto a la personalidad. Aunque. Esta en sí misma es una patología característica porque reduce todo razonamiento.
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