Un grupo de estudiantes e investigadores diseñaron un estetoscopio digital con inteligencia artificial que detecta irregularidades cardiacas con 96% de precisión, marcando un avance humano y científico.

El nuevo aparato procesa sonidos cardiacos mediante redes neuronales y los convierte en señales visibles en una pantalla.
Su precisión permite identificar ruidos asociados con insuficiencia cardiaca, lo que abre un camino para el prediagnóstico.
A diferencia de los estetoscopios convencionales, este modelo emplea un micrófono, un microprocesador y una batería recargable vía USB. Además, integró una carcasa de polímero impresa en 3D.
El desarrollo fue liderado por la doctora Diana Bueno Hernández y el doctor José Alberto Zamora Justo, ambos de la UPIBI (IPN). También participó Víctor Manuel Arena Cantoran, estudiante de Ingeniería Biomédica que logró titularse gracias a este proyecto.
El equipo explicó que el objetivo no fue sustituir la labor médica, sino apoyar al personal de salud con una herramienta accesible, portátil y de bajo costo que complementa la atención a los pacientes.
Los investigadores destacaron que planean ampliar el diseño para exámenes pediátricos y clasificaciones más específicas de enfermedades.
Estas mejoras buscan atender a un país donde las afecciones cardiacas siguen como principal causa de muerte.
En un contexto mundial con dispositivos similares, este desarrollo sobresalió por ser completamente autónomo
Además, iniciará su proceso de patente, consolidando el aporte social y científico de la institución.
Los creadores compartieron su satisfacción al generar tecnología de vanguardia que contribuye al bienestar social.
Su labor muestra cómo la unión de estudiantes y profesores puede transformar la medicina, acercando soluciones humanas a quienes más las necesitan.