Hoy es Día Internacional de la Alfabetización y con todo y que ya estamos en el siglo 21 las cifras de analfabetismo son de consideración. Según la UNESCO, al 2017 existían 750 millones de analfabetas en el mundo, de los cuales 32 millones pertenecían a América Latina y El Caribe, representando un cuatro por ciento de la población total del mundo.
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La cifra se vuelve alarmante si pensamos en que se trata de personas que por no saber leer o escribir tienen menor acceso o nulo a oportunidades de empleo y con ello a mejores condiciones de vida.
Con base en la UNESCO, la alfabetización contribuye a erradicar la pobreza, reducir el abuso infantil, controlar el crecimiento demográfico y apostar por la igualdad, entre otras razones. Es por eso que se deben emprender campañas de alfabetización en todo el mundo como estrategia para el desarrollo personal y nacional.
Hoy en día la alfabetización se entiende como un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación en un mundo cada vez más digitalizado. Diría Paulo Freire, pedagogo y filósofo brasileño que la alfabetización es “la conciencia reflexiva de la cultura, la reconstrucción crítica del mundo humano, la apertura de nuevos caminos, el proyecto histórico de un mundo común, el coraje de decir su palabra”.
