Felipe Arizmendi, nuevo cardenal de México

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Durante el Consistorio Público celebrado este sábado en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, Monseñor Felipe Arizmendi fue elevado a la categoría de nuevo Cardenal de México, con la imposición de birrete, la entrega del anillo y la asignación del título, por el papa Francisco.

Felipe Arizmendi Esquivel, es obispo emérito de San Cristóbal de las Casas (Foto: especial).

Además otros 12 cardenales del mundo fueron elevados a la misma categoría para la iglesia católica.

En la ceremonia, los nuevos cardenales pronunciaron la fórmula de creación para los nuevos cardenales con la cual profesaron su fe mediante credo apostólico. También juraron fidelidad y obediencia al papa y a sus sucesores.

Con este nombramiento, los 13 nuevos cardenales han pasado a formar parte del Colegio Cardenalicio quienes tendrán un vínculo más cercano con la sede de Pedro y cooperarán al servicio apostólico.

Al ofrecer unas palabras de agradecimiento, el nuevo cardenal Mario Grech, obispo emérito de Gozo y secretario general del sínodo de los obispos, señaló que las condiciones de la pandemia hacen pensar nuestro estilo de vida, la organización de la sociedad y el sentido de la existencia para el mundo y para la iglesia.

Durante la ceremonia y al ofrecer la liturgia de la palabra sobre el pasaje del Evangelio de Marcos, donde Jesús hace a sus apóstoles el tercer anuncio a sus apóstoles sobre su muerte y resurrección y que es costumbre proclamar durante esta ceremonia, el papa Francisco dijo que este pasaje de la biblia representa la hoja de ruta, para los que están en el camino con Jesús, que va delante y que representa el camino y sentido de la vida y de su ministerio.

Señaló que Jesús no abandona jamás a sus amigos.

En referencia a la nueva investidura de los cardenales, les recomendó estar siempre vigilantes para permanecer en su camino. El rojo purpura del hábito cardenalicio se puede convertir por el  espíritu mundano en el de una distinción eminente y ya no serás más el pastor al servicio del pueblo, sino que te sentirás ser solamente la eminencia, acotó.

Este relato, dijo, representa una espada afilada, nos corta, es dolorosa, pero al mismo tiempo nos cura, libera y nos convierte.

Felipe Arizmendi Esquivel, es obispo emérito de San Cristóbal de las Casas.

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