Durante el Diplomado en Geopolítica del Estado de México, el ponente Martín Virgilio Bravo Peralta, relató cómo la geopolítica, una disciplina que tradicionalmente se ha concebido desde una perspectiva puramente territorial y estatal, ha evolucionado para convertirse en un campo de estudio multidisciplinario y transversal, influyendo en aspectos culturales, económicos, sociales, ecológicos y tecnológicos, teniendo una relevancia actual que radica en la comprensión de fenómenos internacionales, pero, en este caso, su objetivo es llevar el análisis de grandes potencias, hacía las zonas más vulnerables y pequeñas; ante ello, hay 4 métodos que sirven para aplicarlos en el ámbito municipal, comunitario y de barrio.
Método Sistémico: Parte de que la realidad, ya sea internacional, local o municipal, funciona como una red interconectada de variables económicas, políticas, sociales y simbólicas, y busca identificar relaciones y causalidades, comprendiendo las lógicas de comportamiento de los actores; es decir, que la sociedad funciona como una red donde lo económico afecta a lo político, lo político a lo social, y todo esto también está influido por creencias, valores o símbolos, y nada sucede de manera independiente.
Método Histórico: Se centra en una perspectiva evolutiva y de «larga duración», examinando cómo se formaron fronteras, cómo han cambiado los conceptos a lo largo del tiempo, e identificando momentos de inflexión y continuidades o rupturas; no se enfoca solo en lo inmediato o reciente, sino que busca las raíces profundas de los fenómenos, a veces remontándose décadas o siglos atrás, para comprender mejor el presente.
Método Geográfico: Ancla el análisis en la materialidad del territorio, considerando el relieve, clima, recursos, y corredores, así como infraestructuras críticas y la accesibilidad de las comunidades; es decir, que considera el territorio no solo como un fondo donde ocurren las cosas, sino como un actor con peso propio, ya que la orografía, clima, cuerpos de agua, etc., influyen directamente en lo que ocurre social y políticamente.
Método Espacial: Un enfoque más «nuevo» que considera las construcciones sociales del espacio, flujos y conexiones inmateriales como internet, energía, migración, y las redes virtuales, incluyendo las representaciones discursivas y el impacto de la inteligencia artificial; aquí el espacio va más allá de ser algo físico o geográfico, convirtiéndose en algo producido por relaciones sociales, económicas, culturales y tecnológicas.
Para entender mejor lo anterior, ejemplificó casos geopolíticos en el Estado de México, como la resistencia cultural y hábitos de consumo, pues, a pesar de la globalización y la presencia de cadenas como McDonald’s, las tradiciones y la cultura local en México han resistido significativamente a lo largo de 25-30 años, como evidenció la revuelta en Chiapas que buscaba reivindicar valores originarios. O el corredor aeroportuario AIFA-Ciudad de México-Toluca, donde, a pesar de las narrativas impuestas sobre su funcionalidad, representan un punto de análisis estratégico para la logística y el poder económico, incluyendo la preponderancia de vuelos privados en Toluca.
En suma, platicó, cómo el análisis geopolítico en el Estado de México requiere una visión holística que integre los métodos sistémico, histórico, geográfico y espacial, evitando caer en el determinismo territorial o en el relativismo discursivo, y con ello, tomar decisiones estratégicas que transformen y mejoren la realidad, reconociendo la interdependencia de los problemas y proponiendo soluciones desde una comprensión profunda y objetiva de las dinámicas locales.
