Luego del enfrentamiento registrado en colonias del surnoreste de Reynosa entre fuerzas federales y personas armadas, el pánico se desató en la mayoría de los sectores de la población al grado de anunciar comercios, empresas y escuelas la suspensión de labores hasta que la calma regrese.
La psicosis se apoderó además de dependencias federales, ya que Petróleos Mexicanos y el IMSS, reforzaron la seguridad de sus instalaciones tras recibir amenazas de bomba.
Los puentes internacionales de igual forma fueron sellados en ambos lados de la frontera por la justicia mexicana y estadounidense, pero la psicosis fue mayúscula ya que hasta las 08:00 de la mañana de este miércoles los cruces lucían desolados.
Los propietarios de los comercios instalados en la colonia Las Fuentes, área catalogada como «zona de guerra«, afirmaron que no abrirán sus puertas hasta que la seguridad retorne al municipio, ya que señalaron, no hay garantías para nadie hoy en esta ciudad fronteriza.
Mientras que dueños de bares y cantinas, el martes cerraron sus puertas a las 20:00 horas de la noche, ya que los operativos de militares y federales fueron muy intensos.
La noche del martes, las calles y avenidas de Reynosa lucían desoladas, fueron muy pocos los automovilistas que por alguna necesidad circulaban por las principales arterias de esta ciudad.
Elementos federales y militares intensificaron sus operativos peinando a pie casa por casa en la zona del conflicto, y en otros sectores aplicaban minuciosas revisiones a transeúntes y automovilistas.
