Derivado de la pandemia, actividades como el home office y la educación en línea impactarán significativamente las proyecciones a 2025 sobre la generación de residuos electrónicos en el país, pues cada año se registran más de 1.5 millones de toneladas, de las cuales, apenas al 10% tienen un proceso de reciclaje adecuado, mientras que el resto pudiera repercutir en daños ambientales y en la salud de las personas.
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La proyección es que al 2025 se alcancen 238 mil 176 toneladas, un crecimiento del 18%.
En la conferencia de prensa sobre el avance en el manejo adecuado de residuos electrónicos en la Zona Metropolitana del Valle de México, se dio a conocer que los televisores y pantallas ocupan el primer lugar de generación de estos residuos, con el 66%, le siguen computadoras de escritorio y portátiles, luego los grabadores y reproductores de sonido, pero también los teléfonos fijos y celulares; en este mismo orden se proyecta a 2025 su posible desecho.
En este sentido, se destacó que derivado de la implementación de la educación a distancia, se ha registrado un incremento del hasta el 120% en la compra de celulares, tabletas, y computadoras, así como la contratación de internet, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Eléctrica, Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información.
Ives Gómez Salas, coordinador general de Proyectos COP, PNUD México refirió que los residuos con contaminantes orgánicos persistentes o Residuos COPs, son sustancias químicas orgánicas, basadas en carbono, que pueden permanecer intactos durante largos periodos de tiempo o dispersarse en el medio ambiente en los procesos naturales del suelo, agua, y en el aire.
También pueden alojarse en el tejido graso de los organismo vivos, incluidos los seres humanos, provocando cáncer, alergias e hipersensibilidad, daños al sistema nervioso central y periférico, trastornos reproductivos, y hasta alteraciones del sistema inmunológico.
Y es que, explicó, en los aparatos electrónicos se encuentran desde metales preciosos como el oro, plata, cobre, platino, pero también materias primas criticas como cobalto, paladio, indio, germanio o bismuto y metales no críticos como aluminio, cobre y hierro.
De ahí que recomendó a las personas no acumular en casa este tipo de aparatos electrónicos, mucho menos manejarlos como simples desechos, pues deberán tener un manejo ambientalmente adecuado.
En su participación Susana Libien, directora general de Manejo Integral de Residuos de la Secretaría del Medio Ambiente de la entidad refirió que el Estado de México, en conjunto con la Ciudad de México, contribuye con el 25% a nivel nacional en la generación de este tipo de residuos, además de Jalisco y Baja California, pues la entidad mexiquense genera más de 166 mil toneladas por año.
Detalló que si bien, en el Estado de México se encuentran 32 empresas, que representa el mayor numero en el país, dedicadas al tratamiento de estos residuos, también se cuenta con el Sistema Integral de Residuos (SIREM ), que en su mayoría registra el acopio de computadoras personales de escritorio y sus accesorios, pero también de cables para equipos electrónicos, con un acumulado mayor al 18% estimado a nivel nacional.
Asimismo, el nivel de aprovechamiento en conjunto, ha sido sobre todo en acopio, además de que el gobierno estatal ha desarrollado programas especiales de manejo de estos residuos y se estima probar y afinar modelos sustentables y de negocios con el sector informal, entre otros.
Ricardo Ortiz Conde, director general de Gestión Integral de Materiales y Actividades resgosas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales mencionó que en el país hay alrededor de 150 empresas formales de procesamiento de residuos electrónicos con una capacidad de 250 mil toneladas al año, lo que representa apenas la cuarta parte del total, pues algunas recolectan, acopian y transportan, otras hacen una separación y solo una compañía hace refinación de cobre, mientras que el mayor potencial se envía al extranjero.