Cuauhtémoc es un héroe a la altura del Olimpo, capaz de emprender la defensa de Tenochtitlan en las circunstancias más difíciles y de negarse a aceptar la rendición a cambio de mercedes y favores que no estaban en la comprensión de noble mexica de ascendencia tenochca y tlatelolca, porque su sentido de la guerra y de la derrota era diferente al de un español como Cortés, que consideraba natural una negociación para concluir un conflicto cuando una de las partes estaba prácticamente vencida.

Con rigor y un método que parte de comparar versiones, analizar contradicciones, considerar a los testigos oculares en primer término y llegar a las fuentes secundarias y tardías cuestionando los textos, a fin de llegar a interpretar certeramente, la historiadora María Castañeda de la Paz presentó la conferencia «Cuauhtémoc: entre la historia y la leyenda».
En el Aula Mayor de El Colegio Mexiquense y como parte del ciclo de conferencias del seminario Arqueología y Etnohistoria de Mesoamérica, la destacada profesora-investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, remitió a tres años relevantes de la historia mexica: 1325, la fundación de Tenochtitlan; 1473, el triunfo de los tenochcas sobre los tlatelolcas, y 1521, la caída de Tenochtitlan.
Inició su conferencia con una exposición detallada del linaje de Cuauhtémoc y de la manera como la sucesión de padres a hijos fue rota con el asesinato de Chimalpopoca por parte de Ahuízotl y Moctezuma I, lo que permitió que, en el momento de crisis, años después, Cuauhtémoc ascendiera a tlatoani, a pesar de no estar en la línea sucesoria, ante la inesperada muerte de Cuitláhuac.
Castañeda de la Paz fue prolija en la información que compartió para presentar una imagen histórica de «El águila que desciende», a quien Bernal Díaz del Castillo, entre los que lo conocieron, caracterizaron por su bravura, belleza y capacidad militar, como lo demostró en el asedio español.
La estudiosa hizo precisiones respecto de las fuentes, en especial las del siglo XVII, y se valió de documentos como los Primeros Memoriales, el Cazcatzin, el Aubin, el Lienzo de Tlaxcala y otros, que fue citando en diferentes momentos de su exposición, la cual fue seguida tanto en el Aula Mayor como en redes sociales.
Tomó con reservas que Cuauhtémoc fuese nieto de una hija de Nezahualcóyotl y mencionó entre los factores de su llegada al poder, pese a ser un cuauhtlatoani, señor tlatelolca y por ello venido a menos, a la coyuntura por la falta de otro candidato, su valentía y su doble ascendencia.
La investigadora expuso de manera detallada momentos de la guerra entre los españoles y sus seguidores indígenas contra los tenochcas, defendió que la noche triste lo fue por las pérdidas de ambos bandos, mencionó la orden de Cuauhtémoc de matar a toda la descendencia de Moctezuma por la rendición de este, la decisión del tlatoani de morir antes que pactar la rendición y los días previos a su captura, así como las circunstancias de esta.
La doctora María Castañeda pidió una lectura serena y crítica de las fuentes y atendió lo que se sabe del tiempo que Cuauhtémoc fue prisionero de Cortés, se inclinó por la versión de que el tormento del tlatoani fue realizado por comisarios de la hacienda del rey de España y detalló las circunstancias de su muerte en la coyuntura de un eventual complot en el que habría participado contra Cortés por su convicción de no rendirse y morir como correspondía a un tlatoani.
Abordó cuestiones como el supuesto casamiento de Cuauhtémoc y contextualizó la manera en que Moctezuma Xocoyotzin reaccionó a la llegada y la guerra con los españoles en la religiosidad del tlatoani y la coincidencia de la llegada de Cortés en un año 1 caña por su referencia de Quetzalcóatl ya su regreso por el oriente.
La conferencia fue moderada por Gustavo Jaimes Vences, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense.