Cumplir quince años en México ha sido tradicionalmente motivo de celebración, sobre todo para las mujeres. Es un gran acontecimiento que inicia con un acto religioso al que sigue una fiesta y muchos invitados.
¡Ah!, pero para la cumpleañera, la fiesta es de ensueño porque implica elección de vestido, bailar un vals, y el gran significado: su presentación en sociedad.
México acaba de cumplir quince años de ser evaluado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos. Con todo y que son 15 años y los evaluados han tenido quince años, no habrá fiesta y por tanto, celebración.
Nuestro país se sitúa en último lugar de conocimientos en las áreas de lectura, ciencias y matemáticas. Y por supuesto que los estudiantes no son directamente responsables. En cambio, la mayor responsabilidad es del sistema educativo.
La propia Secretaría de Educación ha dicho que hay crisis en la educación porque se sigue privilegiando la memorización de conocimientos por parte de los alumnos en lugar de recurrir al uso de competencias educativas. Dicho de otro modo, que los estudiantes obtengan el conocimiento para resolver problemas cotidianos.
15 años de resultados desfavorables en materia educativa desde luego que no justifican una fiesta pero menos la continuidad de un sistema.
