El gobierno federal y los panistas están de luto y los Fox de fiesta. Vicente y Marta Fox se salieron con la suya y dieron inicio a la llamada Cumbre de la Internacional Demócrata de Centro, en las instalaciones del Centro Fox. ¿La trágica muerte del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, era suficiente motivo para cancelar el evento? Por supuesto que no. Doña Marta hasta se dio el lujo anunciar la asistencia del presidente Felipe Calderón a la sesión de este viernes. Pero la ex pareja presidencial se llevará un buen chasco: la casa presidencial informó anoche que el mandatario no tiene previsto ningún viaje al superrancho San Cristóbal.
El diario The Washington Post publicó este jueves una nota para recordar la figura de un queridísimo miembro del servicio exterior mexicano, Miguel Monterrubio, quien falleció el martes en el avión de la Secretaría de Gobernación. Con el título Mexico Plane Crash Kills Familiar Figure On Diplomatic Scene, el periódico recuerda que Monterrubio fue vocero de la embajada de México en Estados Unidos. Este hombre “tuvo cualidades excepcionales, necesarias para el servicio público, responsabilidad, talento y lealtad”, dijo para este artículo el ex embajador Juan José Bremer.
Ya hay minialianza de las izquierdas. Los dirigentes del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, y del PSD, Jorge Carlos Díaz Cuervo, han puesto los cimientos para un acuerdo político. No, no se espante; no se trata de una coalición electoral. Con estas bases, don Lupillo y don Jorge Carlos esperan sumar a los líderes del PT y Convergencia. La idea tiene cierta jiribilla: darle un puntapié al Frente Amplio Progresista. Pero eso va a ser un tanto difícil, porque petistas y convergentes no quieren entrarle a la llamada Gran Alianza de Izquierdas. O sea, la clase progre del país podrá tener un nuevo grito de lucha: “Las izquierdas divididas, jamás serán…”.
Un poco de cordura deja la crisis. Unos 100 diputados firmaron una carta dirigida al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, César Duarte, para pedirle que no haya aumento en el presupuesto de San Lázaro, que quede igual que en 2008. Anteriormente, los legisladores buscaban un incremento de 11% para 2009, pero reflexionaron: no tendríamos solvencia ética para reordenar el gasto del Poder Ejecutivo, si no empezamos por casa. La Cámara tuvo un presupuesto de 4 mil 730 millones de pesos para 2008.
