Nuevamente ocurrió otra masacre en Estados Unidos esta vez a cargo de un joven de 18 años contra estudiantes de primaria.
La causa, que es reiterada, corresponde a la facilidad con la que los habitantes de ese país utilizan las armas de fuego, incluyendo rifles de asalto de grado militar. Una vez tras otra se ha puesto en debate la posesión y portación de armas, pero la cultura estadounidense por las armas hace que se mantengan las cosas como están.
Solo por mencionar, en la Constitución de los Estados Unidos, concretamente en la Segunda Enmienda, se establece que los ciudadanos tienen derecho a tener y portar armas y se amparan en el derecho a la autodefensa, a la defensa de su estado y de los Estados Unidos de América y, por otro lado, se halla la Ley de Control de Armas que data de 1968 y en esta la edad mínima para la compra de armas largas como una escopeta o un rifle es 18 años; y para adquirir armas de fuego de mano es 21 años.
Lo anterior ha devenido en que, en el país, existan 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según la organización suiza SAS. Ninguna otra nación tiene más armas civiles que personas. Y como dijo el escritor italiano Giovani Papini: «…las armas no pueden usarse en modo alguno más que para matar a alguien».
