Y ayer tuvo lugar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con críticas severas a las diferentes formas de violencia que se ejerce hacia el género femenino tanto como la necesidad de emprender acciones para erradicarla. Y es que se actúa contra la mujer por el solo hecho de serio, porque se le ve como un ser débil y de nula importancia.
El comportamiento hacia la mujer tiene su razón de ser en las expectativas y roles que imponemos a los menores desde el momento mismo de su concepción con cosas tan simples como el color de la ropa que usarán y luego las actividades que cada cual puede y debe llevar a cabo.
Estas ideas se trasladan a nivel social donde se crean estereotipos para mujer y hombre siendo los más desfavorables a la mujer al considerarla un ser inferior. Se trata desde luego de pensamientos que reforzamos entre todos y cuya consecuencia son las cifras de feminicidio, violencia doméstica, violencia laboral, entre otras.
Nos guste o no, tenemos que cambiar nuestra concepción de la mujer a que es alguien con identidad propia, pensante y capaz; sin superioridad, poder y control de parte del hombre.
También tenemos que acabar con la división de labores basada en el sexo y la diferenciación de obligaciones. Dejemos atrás la cultura machista y patriarcal.
