Y los resultados de la votación de la revocación de mandato siguen siendo el tema. Los seguidores del presidente esgrimen aunque fueron pocos los votantes se superó en votos a lo obtenido por Ricardo Anaya en 2018 y de su parte, el presidente de México acusa de trampas y boicot al Instituto Nacional Electoral.
A su vez, los contrarios al mandatario mexicano aluden a que no se quiso participar en la revocación por considerarla innecesaria y por lo mismo un gasto inútil.
Lo que queda aquí son entonces los 15 millones de electores que representan la mitad de los que llevaron a la presidencia de la república al ahora jefe del Ejecutivo Federal. Si estos decidieron no salir a votar por gusto o disgusto representan una oportunidad para los partidos de oposición. Es decir, que con trabajo e ideas pueden conmover y convencer al electorado de que se sume a sus propuestas y así puedan competir con respaldo en las elecciones presidenciales de 2024. El asunto es si los partidos tienen precisamente una propuesta y cómo ganar o en su caso recuperar la credibilidad de la gente.
