Durante décadas los padres y abuelos nos han dicho que no nos tronemos los dedos porque lastimamos las articulaciones pero ¿es esto posible?. Científicos de la Universidad de Alberta realizaron un estudio para averiguar qué pasa cuando tronamos los nudillos.
Ayudados con máquinas de ultrasonido los investigadores descubrieron que el ruido seco es causado por el colapso de las burbujas de aire que se forman en el líquido sinovial que rodea las articulaciones.
Los expertos señalan que encontraron en las ecografías un destello brillante como un fuego artificial que estalla en la articulación, este coincide con el sonido de explosión que los investigadores pudieron predecir con un 94 % de precisión que ‘aparecieron’ en las grietas, con sólo mirar las imágenes.
Los investigadores señalan que no detectaron ningún dolor inmediato, hinchazón o daño en las articulaciones ya que estaban agrietadas, y no encontraron ninguna diferencia discernible entre las articulaciones de los nudillos que habían sido “tronados” y los que nunca lo hicieron.
