Nos sorprenda o no, en esta ciudad capital hay habitantes que no respetan las señales de tránsito pero también aquellos que desconocen su significado, especialmente tratándose de peatones.
Las autoridades de Tránsito pueden pintar una y otra vez líneas y demás indicaciones en el piso para los de a pie, pero si estos no saben para qué sirven, el gasto es innecesario.
Esto puede verse en avenidas principales del centro de la ciudad, donde acaban de pintar, y la gente no toma en cuenta los bloques rectangulares o líneas de cebra, como también le llaman, para ir de un lado a otro. Hacen lo que su razonamiento les permite: pasarse por donde les sea más fácil y rápido y por tanto, sin la menor seguridad para sí mismos y los conductores de vehículos.
Tenemos que llegar a los peatones incautos e ignorantes aunque sea, adicionalmente, con señalamientos a base de dibujos.
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