La apuesta de evitar al máximo un crecimiento de la burocracia a nivel federal con los superdelegados será bien recibido, pues el reto en la administración pública moderna es hacer más con menos, a veces con menos recursos humanos pero también con menos recursos financieros según afirma del politólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Eduardo Rodríguez.
Sin embargo a consideración del especialista, se tiene que dar el beneficio de la duda si estas personalidades de verdad optimizarán el recurso o solo se concentrarán funciones que permitirán manejo político e incluso posicionar algunos actores en algunas demarcaciones.
Si fuera esto último, Rodríguez Manzanares enfatizó la importancia de que los gobernadores que no son del mismo partido que el gobierno de la República busquen consenso pues la ciudadanía es quien se verá afectada o beneficiada de estos acuerdos.
“Por otro lado, gobernador en turno tendrá un trabajo muy cuidadoso muy fino, 330 no como en Jalisco que se rehusa a delegar sino que tendrá comunicación directa con el presidente” dijo.
Lamentó que tanta concentración de poder podría causar roces políticos, de disputas o diferencias muy agudas en cuanto a la toma de decisiones cuando se debería buscar puntos de equilibrio como lo marca el propio federalismo y no imitar el presidencialismo.
“No velarán por las preocupaciones de los estados sino cumplir el mandato del ejecutivo federal y es donde se ve un ejemplo de una fuerte centralización
950 el reto de los gobernadores será saber tener esa sensibilidad de diálogo claro puntual y preciso”.
Además que serán los municipios los más afectados si es que se controla más el recurso a consideración de Rodríguez Manzanarez, pues según un estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el 80 por ciento de los recursos provienen de la Federación, 17 por ciento de los estados y la capacidad del ayuntamiento era del 3 por ciento.
