Ya es más notoria en Toluca la presencia de unidades particulares de transporte escolar. Y no es envidia ni tampoco que sea inviable para la ciudad.
Al contrario, el transporte escolar contribuye ampliamente al ahorro de tiempo y gasto familiar así como al medio ambiente ya que disminuye la contaminación vehicular por menor número de unidades en circulación.
La duda es si estas unidades están siendo supervisadas en cuanto al límite y ubicación de los pasajeros, el uso general de cinturones de seguridad y la velocidad. Igualmente, si la empresa o propietario pone a disposición del cliente un contrato del servicio que presta, en el que se establecen compromisos y obligaciones, además de que se proporciona un perfil del conductor que pueda corroborarse.
Es muy válido que surjan o se copien formas de mejorar nuestra calidad en vida en Toluca pero no de manera arbitraria y a la ligera porque así únicamente fomentamos la anarquía e irresponsabilidad ciudadana.
Sin conciencia social, no hay responsabilidad empresarial: Félix Campoverde.
