En respuesta a los recurrentes casos de agresiones hacia la mujer en el estado de México, el Instituto de la Mujer continúa sus pláticas de concientización a la población para identificar situaciones que pueden detonar violencia como es el acoso sexual.
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Esta forma de ataque suele ser confundido con el hostigamiento sexual, que se registra mayormente en ambientes laborales y lo ejerce alguien que tiene una posición privilegiada respecto a la víctima.
Así, el acoso sexual se presenta entre parejas o en la calle a partir de chistes, piropos y preguntas sobre vida sexual y luego pasa a acercamientos excesivos, miradas, gestos y mensajes y evoluciona a abrazos y besos no deseados, tocamientos, presiones o amenazas y actos sexuales.
Para el Instituto de la Mujer es fundamental que se deje de ver al amor como algo romántico: que el que persevera, alcanza. Y por tanto, se insista y corteje a la mujer pues tarde o temprano va a ceder. Asimismo, que amar no es poseer y en consecuencia, la pareja no tiene porqué invadir el espacio, supervisar lo que se está haciendo o si se está haciendo algo.
El acoso sexual está latente en nuestra sociedad mexiquense; hoy podemos denunciarlo y se castiga con multas y cárcel a quien lo cometa. No tenemos porqué quedarnos calladas. La violencia a la mujer no es normal.
