El arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, advirtió a la feligresía católica y al clero arquidiocesano que se vive “un tiempo de un agresivo fervor misionero del ateísmo y un olvido generalizado de Dios, en el que muchas personas ya no tienen conciencia de Dios”.
Al encabezar la misa crismal, en la que se bendicen los oleos para la celebración de sacramentos y se renuevan los votos sacerdotales, Chavolla Ramos agregó que “es un tiempo de una progresiva secularización de la sociedad e incluso de una secularización al interno de la Iglesia”.
Señaló a los sacerdotes que las personas necesitan percibir en el clero “la presencia de Dios en nuestro corazón, por lo que debemos ser hombres de Dios”. Expresó que “la ausencia de entusiasmo” entre muchos sacerdotes, tiene su origen en una profunda crisis de fe en Cristo.
El arzobispo Chavolla pidió al clero de la Arquidiócesis de Toluca “abandonar las actitudes clericalitas que ofenden la dignidad del sacerdocio común de los fieles laicos”. Demandó cambiar la manera de pensar, “para entender que la celebración de los sacramentos son un servicio a Dios… esto nos exige celebrarlos de manera auténtica y creíble”.
Aseguró que hoy la iglesia Católica enfrenta “las posturas opuestas de quienes sostienen que la ‘Religión sí, pero Iglesia no; Dios sí, Iglesia no’”.
Al referirse a la pandemia de Covid-19, Chavolla Ramos señaló que la vida personal y comunitaria se ha visto alterada, “dejando al descubierto nuestra fragilidad y debilidad, nuestros límites y nuestras impotencias. Hemos experimentado la providencia divina de manera nueva, singular y extrema, y aún cuando hemos comenzado a sentir algunas de las consecuencias de esta crisis, todavía no alcanzamos a vislumbrar en su totalidad sus grandes repercusiones en lo económico, en lo social y en lo político”.
A la celebración acudieron el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, residente en Toluca; el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, y el obispo auxiliar de Toluca, Maximino Miranda.