Celebran Jilotepec y Otumba dos años como Pueblos Mágicos

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Naturaleza, arte sacro, gastronomía y cultura dan forma al rostro turístico de Jilotepec y Otumba, municipios del Estado de México que celebran el segundo aniversario de su nombramiento como Pueblos Mágicos.

Enclavado en el norte mexiquense, Jilotepec es punto de encuentro con la naturaleza (Foto: Especial).

Ambos destinos fueron reconocidos el 26 de junio de 2023 por la Secretaría de Turismo federal como parte de los 45 nuevos sitios distinguidos por su riqueza cultural, patrimonial y turística. Hoy, reafirman su vocación como parte de un «Destino Hecho a Mano» marca que impulsa la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México.

Naturaleza y fe en Jilotepec

Las Peñas Dexcaní el Alto ofrecen rutas para senderismo, ciclismo de montaña, campismo y escalada en formaciones rocosas que desafían y encantan por igual.

El municipio también resguarda joyas del arte sacro como el Santuario de la Virgen de la Piedrita, de estilo neogótico, y la Parroquia de San Pedro y San Pablo, fundada por franciscanos en el siglo XVI, donde aún se conservan vestigios como su pila bautismal con arte tequitqui y monogramas marianos.

Para los curiosos de la historia local, el Museo de Jilotepec ofrece un recorrido por las tradiciones del municipio. Abre de martes a domingo con acceso libre mediante cooperación voluntaria.

Su cocina honra el origen rural: chicharrón de res, queso ranchero, pulque y atole de maíz son parte del menú que preserva el sabor de antaño.

Tradición y legado en Otumba

Conocido por su singular Feria del Burro, celebrada cada 1 de mayo desde 1965, Otumba es un epicentro de tradiciones populares. Además, alberga un Santuario de Burros, parque temático que promueve el cuidado y respeto por este símbolo del trabajo rural.

A dos años de su incorporación al selecto grupo de Pueblos Mágicos, Jilotepec y Otumba confirman que el encanto mexiquense está más vivo que nunca (Foto: Especial).

En su haber histórico está el Acueducto del Padre Tembleque, obra hidráulica del siglo XVI que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, rodeado de un paisaje de magueyes y nopaleras.

El fervor religioso se vive en templos como el de la Purísima Concepción, de arquitectura plateresca, y el Ex Convento de San Nicolás de Bari, cuyo modesto monasterio conserva gran valor histórico.

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