Científicos mexicanos experimentarán vacuna contra el virus del zika en Reino Unido

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Los científicos mexicanos desarrollan en el Reino Unido proyectos de investigación para combatir enfermedades como dengue y chikungunya.

Los científicos mexicanos Arturo Reyes Sandoval y César López Camacho, ambos de origen poblano, desarrollaron vacunas contra el virus del zika y chikungunya que serán probadas en humanos, en su primera fase clínica, a finales de este año.

 

 

Es en el Instituto Jenner del Departamento Nuffield de Medicina de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, donde estos dos científicos desarrollan proyectos de investigación para combatir enfermedades como dengue y chikungunya y, recientemente, la generada por el virus del zika.

 

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor César López Camacho aseguró que tras la alerta de salud que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en febrero de 2016 respecto a la picadura del mosquito Aedes aegypti, vector del zika en América, al que se le relaciona con casos de microcefalia en fetos, fue cuando priorizaron el desarrollo de esta nueva vacuna que habían iniciado desde noviembre de 2015.

 

Para este proyecto, el doctor Arturo Reyes Sandoval recibió financiamiento por parte del gobierno británico, lo que permitió el desarrollo de 12 vacunas que servirán para observar cuál de ellas es la menos inmunogénica.

Las fases clínicas, explica el doctor López Camacho, son proyectos experimentales en los que un grupo de pacientes sanos recibe la vacuna y se evalúan las reacciones. La fase clínica 1 permite tener evidencias preliminares de las respuestas inmunológicas que causa la vacuna con el antígeno específico.

 

“El gobierno británico otorgó un financiamiento para llevar esa vacuna a pruebas clínicas en humanos para finales de 2017, así que estamos a punto de iniciar esta fase de pruebas génicas para comparar la vacuna de zika y chikungunya en un grupo de pacientes británicos. En cuanto al dengue, aún la estamos probando en modelos animales como ratas y macacos, lo que se conoce como fases preclínicas”, detalla el doctor López Camacho.

 

El financiamiento obtenido permitió cubrir tanto los costos de la manufactura de la vacuna como la producción de 100 a 200 dosis, además del reclutamiento de los pacientes.

 

 

Para iniciar esta investigación, uno de los primeros obstáculos a los que se enfrentaron en el laboratorio los doctores Reyes Sandoval y López Camacho fue la falta de literatura médica sobre este virus. No obstante, mediante el análisis de la secuencia del genoma detectaron similitudes con el virus del dengue. Esto facilitó de alguna forma el trabajo, pues ya tenían investigaciones previas con el dengue.

 

El doctor López Camacho refiere que de esa forma pudo hacer una comparación de las secuencias del genoma del zika con un virus primo hermano como el dengue.

 

“Así empezamos a identificar las secuencias y una vez que decidimos qué secuencias nos interesaban para el desarrollo de la vacuna, las sintetizamos en una compañía que hace genes sintéticos, de hecho no trabajamos con el virus como tal porque ya la tecnología nos brinda poder sintetizar genes. Ellos hacen esas secuencias y te las mandan al laboratorio y así tú puedes trabajar exclusivamente con las secuencias que tú decidiste pero que no contienen el virus completo”.

 

Producir dosis de vacunas que son de uso exclusivo para humanos requiere de aprobación de diversos organismos y regulaciones estrictas para garantizar que sea segura, estéril y no pueda afectar al humano, de ahí que sean más costosas; no obstante, en el caso de la vacuna contra el zika para su fase 2, el recurso ya está asegurado, confirmó el doctor López Camacho.

www.conacytprensa.com

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