A diez días de que comenzó el año ya se oyen las quejas ciudadanas por el aumento de precios en los productos y servicios. Uno que ha impactado es el alza de tarifas de las casetas en las carreteras que repercutirá inmediatamente sobre quienes están regresando a la ciudad o tiene que cruzar autopistas, como La Marquesa-Santa Fe, que ya es de 111 pesos para automóviles y 55 pesos para motocicletas.
Otros costos que aumentan cada inicio de año son la gasolina y diesel, vinos, licores, cerveza, cigarros, tabaco, refrescos y bebidas azucaradas, botanas, dulces, vuelos de avión, estancias en hoteles, paquetes turísticos, trámites vehiculares y servicios automotrices. Estos incrementos se deben a la inflación y al ajuste anual del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
En materia de alimentos suben la leche, el huevo, la carne de pollo, la carne de puerco, el pan y algunos alimentos procesados.
Si no alcanza el salario, habrá que evitar compras no esenciales y optar por marcas más económicas. El alza de precios impacta a los consumidores en general y a los comercios en pequeño que no pueden competir con las grandes cadenas de autoservicio.
Es un tema de cada año del que tenemos que salir avantes ajustando nuestros hábitos de consumo y ahorrando con disciplina.